Bryan Sykes, profesor de Genética de la Universidad de Oxford y una de las mayores autoridades mundiales entre los estudiosos del ADN mitocondrial, introduce al lector en lo que bien podría considerarse como el primer viaje molecular hacia nuestro pasado remoto. "Guiados por los intactos hilos genéticos que nos conectan con nuestros antepasados –escribe Sykes–, podemos viajar en el tiempo hasta una época anterior al alba de la historia, hasta un mundo de hielo y nieve, de montañas peladas e interminables llanuras, para conocer a aquellas notables mujeres: las siete hijas de Eva".
Y es que el profesor Sykes, como fruto de largos años dedicado a la investigación de nuestros genes, primero en las remotas islas de Polinesia, y más tarde en Europa, ha llegado a la conclusión de que todos los europeos actuales descienden de siete mujeres que vivieron en distintos periodos de los últimos 45.000 años y de las cuales conservan unas características señales genéticas. Este libro viene a ser, de hecho, una recreación, a la luz del potente foco de la genética, de las vidas imaginadas de estas siete mujeres, las "madres" de los europeos, que el profesor Sykes ha bautizado con los nombres de Úrsula, Xenia, Helena, Velda, Tara, Katrina y Jasmine. Un intento, bastante lúcido por cierto, de personalizar los distintos códigos de ADN hallados en su estudio sobre seis mil mujeres europeas.
El autor sostiene que los siete clanes europeos representados por estas mujeres descienden a su vez de uno de los tres clanes genéticos conocidos actualmente en África. Lo que viene a ser un nuevo argumento en favor de la teoría Out of Africa, según la cual todos los humanos modernos procedemos de ancestros primitivos que salieron de aquel continente hace unos 150.000 años. Con ese telón de fondo, Sykes orienta y acompaña al lector desde el presente hasta los comienzos de la agricultura y aún más atrás, hasta nuestros antepasados, descendientes de los cromañones, que cazaban junto a los neandertales.
El estilo claramente divulgativo, unido al lenguaje didáctico y a la vez riguroso que emplea el autor, convierten esta obra en una narración ágil, amena y a ratos incluso divertida. De este modo, Sykes cumple a la perfección su papel de guía en la apasionante aventura que es la exploración del mapa genético de Europa.
Con la única condición de unos conocimientos básicos de biología evolutiva y de genética, el libro brindará un buen disfrute a cualquier persona interesada por las grandes cuestiones relacionadas con la evolución humana más reciente y con la aplicación de las nuevas tecnologías genéticas en la investigación biológica, histórica y antropológica.
El autor elude en su libro las cuestiones colaterales de orden filosófico o antropológico. Pero, llegado el momento, no ahorra críticas a todas aquellas instancias que, con argumentos generalmente de tipo legalista y materialista, discuten los pros y los contras de patentar los genes, como si estos no fuesen más que una sustancia química como otra cualquiera. "Qué ironía que el ADN resulte ser también el instrumento que nos reconecta con los misterios de nuestro pasado remoto y realza nuestro sentido del yo, en lugar de disminuirlo".
"Después de todo –escribe Bryan Sykes al final de su libro, no sin un halo de misterio–, no se trata de ‘una simple sustancia química’, sino del más precioso de los regalos". Sería interesante saber a quién atribuye Sykes ese regalo. Octavio Rico. (www.aceprensa.com)