A Trompo y Juli les gusta visitar a su abuelo Nicomedes en el asilo porque les entusiasman sus inventos y con él se divierten muchísimo: no sólo es cómplice, sino director de escena de sus travesuras. Para los padres de Trompo y Juli, que sus hijos salgan, por ejemplo, a cazar bostezos, son ¨cosas del abuelo¨.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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1982 | Noguer. Barcelona |
94 |
Premio Lazarillo en 1981 |