Nina tiene diez años. El narrador ve las cosas como las ve Nina, y nos hace notar que entre ella y sus padres se producían silencios ¨largos y penosos¨; que ¨nunca le habían preguntado qué tipo de verano quería. El verano de sus padres tenía que ser el verano de Nina¨. En fín, cuando ella y sus padres, Eva y Martín, llegan a su casa de verano, se dan cuenta de que alguien ha estado dentro. Otros indicios en la vecindad hacen suponer que hay alguien que merodea por las casas. Nina descubre al culpable y lo protege: un niño, de nombre Zepelín, que se ha escapado de casa.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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1989 | Juventud. Barcelona. |
127 |
Traducción de Annelise Cloetta. |