Frente al individualismo disgregador, el autor propone un modelo de familia capaz de transmitir esos valores que nos hacen sabernos nacidos de una comunión y cifrar nuestra realización personal en comunión con otros. A través de los momentos claves de nacimiento, matrimonio y muerte, Butiglione explica el sentido de la vida como don, la gratuidad y la donación personal (corporal y espiritual), elaborando una atractiva filosofía de la familia.