El hombre que salvó mi alma

Esta especie de autobiografía de un hombre de mundo es, como mínimo, sorprendente. Hendra es el típico humorista polémico, que gana dinero a base de destrozar al prójimo. Es el hombre moderno inmerso en la espiral de la fama, la televisión, las publicaciones. Que destroza sus matrimonios por puro egoísmo; y que juega con otras mujeres, según fluye su vida y sus mil historias laborales. Pero que había querido ser monje. Y que, para inmensa suerte suya, mantiene –aún en los momentos más frenéticos y absurdos de su vida- una tenue relación con un benedictino: el padre Joe. Aunque esta historia, aparentemente, cuenta la vida del autor, en realidad su intención última es mostrarnos a un hombre ejemplar. Y cómo pueden resolverse las cosas cuando parecían perdidas. Me parece una historia extraordinaria de la fuerza de la fe religiosa en el mundo moderno. Creo que sería de gran utilidad para muchas personas. Pero, si piensas en recomendárselo al alguien, léelo primero, porque según para quien, puede incluso resultar un tanto escandaloso. Es una historia dura, con muchas páginas de crítica a algunos aspectos de la religión. Pero tiene su sentido en el conjunto del libro. Por lo tanto muy mal libro para dejarlo a medias.