La autora sabe que va a perder a su niño apenas nazca. El diagnóstico prenatal ha detectado una malformación fatal en el hijo que espera. Su familia y ella se sienten angustiados ante esa muerte anunciada; pero descartan la opción del aborto, y deciden acompañar a su bebé con todo cariño hasta el fin de su breve existencia. Un drama familiar se convierte así en una gran historia de amor.