La mujer justa

En Budapest, entre las dos guerras mundiales, un hombre y las dos mujeres con las que estuvo casado narran sucesivamente su relación con los otros dos. Las descripciones ambientales y las referencias al marco social en que éstas se inscriben tienen la expresividad peculiar que caracteriza al autor y subrayan el interés de la problemática humana que los personajes plantean. El estilo, de un elegante clasicismo, es tan selecto y refinado que su lectura resulta grata.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2005 Salamandra
415

Título original:Az igazi y Judith. Traducción del húngaro: Agnes Csomos.

Valoración CDL
3
Valoración Socios
3.6
Average: 3.6 (5 votes)
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Género: 

Comentarios

Imagen de Rubito

La novela que tiene una magnífica ambientación y unos recursos literarios muy buenos, lleva a cabo un análisis muy pormenorizado de psicologías y conductas, a través de las cuales el autor explica cómo puede ser el verdadero amor y cómo acaba no siendo por diferentes motivos que hacen muy difícil el éxito. Todo ello desde una perspectiva un tanto escéptica.

( Ángel García Prieto )

Imagen de cfuente

A través del monologo de sus tres personajes, el autor nos ofrece un mundo de sentimientos, amores, odios, infidelidades… , crítica social de una época cargada de grandes diferencias donde la burguesía se presenta en su máximo esplendor y posterior caida.
El autor refleja tres puntos de vista muy diferentes cultural y socialmente para criticar una sociedad extremadamente rígida, llena de injusticias y estereotipos, cierto puritanismo y moralmente muy dudosa.
Novela social de gran calidad literaria, fácil de leer y entretenida

Imagen de cdl

Tres monólogos ágiles y sugerentes. Tres personajes bien caracterizados. Tres perspectivas de unos mismos hechos, todos ellos de graves dimensiones morales.
Me parece una excelente novela, a la altura de "El último encuentro", pero... hay un pero. Aunque abundan las reflexiones lñucidas sobre la naturaleza humana, la amistad, el matrimonio, el tono es marcadamente pesimista. Y en dos de los monólogos hay pasajes crudos que rozan, a mi entender, el mal gusto. Recomiendo esta novla a lectores muy experimentados, forofos de Sándor Márai y de la literatura europea de entreguerras.