Es el año 1998: en unas jornadas teológicas se reunen el cardenal Ratzinger, la filósofa judía de la religión Eveline Goodman-Thau y el protestante liberal Jürgen Moltmann. Hablaron de Dios y del fin del mundo. "¿Qué sucedería si alguna vez los hombres pudieran defenderse con el arma del olvido de la infelicidad presente en el mundo, si pudieran construir su felicidad sobre el olvido inmisericorde de las víctimas?" Un libro serio, sin tabús, breve, aunque no de los más divulgativos.