Dice el autor: "Los fantasmas prosperan con las arquitecturas perseverantes y las memorias leales. Castillos milenarios y ofensas imprescriptibles los engordan. El progreso y el olvido, que son hábitos de estos tiempos no los auspician. Aquí me refiero a los fantasmas interiores, a las creaciones alucinatorias e individuales de honrados burgueses incapaces ya de ver un espanto hecho y derecho." De esta manera Dolina nos presenta un libro de reltos cortos que subrayan lo propio del habitante de Buenos Aires, del clásico porteño argentino.