"Para Andersen, todas las cosas tienen voz, o mejor dicho, todo lo existente tiene algo que contar. No solamente los seres mágicos, sino los elementos de la naturaleza, como el viento, la lluvia, la luna, el sol. En sus cuentos hablan los insectos, las aves, los anfibios, los peces, los mamíferos no humanos, pero tambié, las plantas expresan lo que piensan y lo que sienten. Para Andersen hay en todo lo que nos rodea una pulsión incesante de vida, que se revela relatándose, contándose sin cesar, sin pausa, sin júbilo. Ni siquiera los momentos tristes que abundan en sus historias consiguen apagar el fervoroso optimismo del autor y su inagotable imaginación para hacer que todo se manifieste" José María Merino