Evocación de un pasado luminoso, jovial y aventurero, estas memorias son, en cierta medida, el relato de la amistad entre Dos Passos y Hemingway, y en él se rememoran el primer encuentro de ambos en la Italia de 1918, el fortalecimiento de su relación en el París de los años 20, sus andanzas por distintos lugares de Europa, las temporadas de retiro en Key West, el accidente automovilístico que provocó el internamiento de Hemingway en un hospital....
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2006 | Seix Barral |
344 |
978-84-322-2261 |
Comentarios
Libro inolvidable, como su título. Las peripecias en la Guerra Mundial y el feliz encuentro de un retrete, el viaje por el desierto, por el mundo, las anécdotas grandes y pequeñas que salpican su juventud, y sus constantes vueltas a España (Madrid y la Residencia de Estudiantes, la Pedriza, conversaciones y paseos con Machado...) hacen que este libro que recorre medio mundo, pueda interesar de modo especial en España. En cualquier caso, unas memorias que merece la pena leer, unas memorias que podrían ser una fastántica novela... si pertenecieran al mundo de la imaginación.
Una más de las oportunas reediciones de buena literatura a la que por suerte cada vez se unen más editoriales del panorama literario.
Años inolvidables es el relato del entusiasmo de Dos Passos por España y lo español, y el de su irreprimible vocación de trotamundos, y el de los episodios que jalonaron su formación política (…) si por un lado es un regreso a esa época mejor de su vida, previa a la Guerra Civil, por otro es también un regreso a los libros que entonces escribió.
Quizás por eso la lectura de estas memorias, memorias de un hombre feliz que dejó de serlo, transmite en todo momento una sensación de exquisita honestidad. Pero la honestidad sería insuficiente si no estuviera acompañada por muchas otras virtudes, que hacen de Años inolvidables un libro apasionante... En 1966, cercano ya a la muerte, el viejo Dos Passos conservaba muy pocas cosas de su juventud. Una de ellas era este puñado de recuerdos; la otra, su antigua e indudable habilidad para fascinar al lector.