Luisa convalece de un accidente muy grave. Mientras se recupera, evoca los recuerdos más vivos de su historia, su infancia y su familia, los primeros amores, la universidad, París... hasta conocer a Andrés, su otro yo.
Primera obra de ficción del autor, novela intimista, meditativa y de memoria existencial donde la acción narrativa cobra más protagonismo que la historia que se narra.
Comentarios
Historia de amor en párrafos largos. La impresión última más persistente es el contraste entre unas vidas vacías, la de Marta, la del tío Raphaël, la de Bruno, y el amor tierno y duradero de Andrés y Luisa. Los padres de Luisa serían cosa aparte. Me parece extraordinaria la descripción de los protagonistas. Al fin y al cabo es el objetivo –pienso- de la novela: ver cómo es la gente. Ver que distintos somos. Y ver, sobre todo la gran diferencia entre el egoísmo y el amor. Y digo que en párrafos largos porque es lo que más me ha llamado la atención. Es inaudito, insólito, hasta que punto se mima el lenguaje en estas páginas. Es la literatura en castellano que buscamos por doquier y no encontramos –desde luego no en los premios-. La riqueza de vocabulario, la construcción de las frases, en un extremo opuesto a lo que podríamos encontrar en Delibes. Aquí encontramos muchas oraciones subordinadas, y como consecuencia no encontramos un punto y seguido hasta después de muchas líneas. Punto y aparte un puñadito en toda la novela. Alguien ha dicho en este mismo medio que hay que leerla despacio. Yo creo que hay que leerla deprisa, y quedarse con las impresiones. Que seguramente es lo que pretende el autor. A más de uno se le puede hacer lenta, pero es de esas escasísimas novelas que dejan poso, un sentimiento, una idea.
Novela importante, ambiciosa por sus planteamientos tanto formales como de fondo. A través del monólgo interior de la protagonista, con sorpresa final, son muchas las cuestiones que se plantean al lector, a partir de la crisis cultural que padece Europa, con sus luces y sus sombras, desde mayo del 68 a nuestros días, a través de las vidas de diversos personajes, salpicadas de hondas reflexiones, que dan a la novela un estilo pausado, con una subordinación rica y majestuosa. Novela intimista, en la que la memoria y la reflexión tienen más importancia que la acción, para personas cultas que buscan en la lectura enriquecimiento. Se nota el conocimiento que el autor tiene de la cultura francesa y su excelente formación literaria y filosófica. Una novela que hay que leer con tiempo por delante y sin prisas.
Se trata de la primera obra de ficción del Filólogo y pensador José Antonio Millán, Catedrático de la Complutense. La obra es una delicia; un goce literario; bien escrita, con fuerza e intimismo. A lo largo de sus páginas se descubre con toda su fuerza el amor humano, sencillo, grande que da sentido a la vida. La recreación del ambiente de Francia y de la Universidad en los años 60 es sencillamente magistral. La obra es cruda en algunos momentos, como es duro vivir sin amor.