El señor Head y su nieto Nelson hacen un viaje a la ciudad. El abuelo, dice la narración, «había estado pensando en ese viaje varios meses pero lo concebía en términos morales. Iba a ser una lección que el muchacho nunca olvidaría. Iba a descubrir que la ciudad no es un lugar maravilloso». Pero el paseo por la ciudad acabará siendo confuso: se pierden en un barrio de negros, se asustan, el anciano termina humillado por su pérdida de autoridad y su nieto dolido después de ver que, durante un momento tenso, su abuelo niega conocerle.