A través de este libro queremos acercarte a la figura y a la obra de Ana de San Bartolomé, una carmelita que vivió a caballo entre el siglo XVI y el XVII, y que saltó todas las barreras que condicionaban a una mujer de su época y de su entorno. A partir de entonces, de ella dependerá el futuro del Carmelo en Europa. En 1604, y por espacio de seis años, se dedicará a continuar la labor fundadora en Francia. Después irá a Flandes. Allí, donde pasa el resto de su vida, además de la fundación de conventos, traba amistad con Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II y gobernadora de los Países Bajos. Fue beatificada en 1917.