El túnel

En esta breve narración, Sábato le pone voz a un pintor, Juan Pablo Castel, y a su obsesión por el amor de Maria.

Envuelto en una crisis existencial, y hasta con ribetes paranoicos, Castel hará lo que sea por conseguir "en exclusividad" el amor de esa mujer y estará dispuesto a todo por ella. Pero, sucede que la correspondencia de ese amor no colma las expectativas del hombre y genera un desenlace imprevisto.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2007 Seix-Barral
160
978-84-322-4836-8
Valoración CDL
1
Valoración Socios
1.5
Average: 1.5 (2 votes)
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Juan Pablo Castel es un modelo de violencia de género: seduce a una mujer casada y termina matándola por celos. En realidad la novela es un ejercicio de escritura sobre un argumento mínimo: "El pintor que mató a María Iribarne".

La novela es pura introspección del protagonista. Podemos saber lo que es la locura siguiendo las rumiaciones de Castel: "Nos hacemos daño" -le dice María, pero él insiste en sus pensamientos insensatos que concluyen con la muerte de la mujer. Psicológicamente es el caso de aquellas personas que sienten la necesidad obsesiva de que alguien los quiera y nunca tienen suficiente; su concepto del amor consiste en recibir y no en dar. Creeriamos que se trata de un argumento puramente imaginario si no se estuvieran produciendo en la actualidad tantos conflictos en las parejas, tantos casos que terminan con un crimen.

Ernesto Sábato tampoco fue un modelo de lucidez. Hombre de gran inteligencia pero depresivo, era doctor en Física; fue nombrado estudiante del año y becado para estudiar en el Instituto Curie de París, pero abandonó esos estudios y terminó escribiendo contra la ciencia y la razón. En Argentina había militado en el partido comunista e impartido clases de marxismo, pero en París frecuentó los círculos surrealistas: pura contradicción. Debatiéndose entre la ciencia y la literatura optó por esta última, aunque lo que más publicó fueron ensayos. Fue Ministro de Asuntos Exteriores con el presidente Frondizi y, finalmente, recibió el encargo de elaborar un informe sobre los crímenes de la dictadura militar que se publicó bajo el título de Nunca más.

¿Es exquisita su prosa? Si obviamos el hecho de que el argumento es desagradable, su estilo es correcto y la novela está bien construída. Recuerda quizás a Camús, el cual alabó las novelas de Sábato, sin embargo no aporta nada al lector. Ese tipo de novelas, sin un argumento especial y puro estilismo, se han visto mucho, desde la novelística latino-americana hasta Günter Grass. No es una obra que yo recomendaría, salvo a estudiantes de literatura.

Imagen de marianoc

Pese a estar exquisitamente narrado, el protagonista no hace más que transmitir pesimismo y agonía existencial. La vida, en síntesis, no tiene sentido para nada. Todos son malos, todos me persiguen y debo escapar de ellos, como sea. Repito, muy bien escrito, pero la trama y las conclusiones a las que llega el protagonista me sugieren calificar este libro como no recomendable.