El presente volumen ofrece un valioso, breve y completo panorama sobre el origen del hombre. Dos autores de reconocido prestigio abordan los más novedosos temas sobre los fósiles, la Eva mitocondrial o el Adán cromosómico, y también los relativos a su interpretación filosófica y religiosa, como el Diseño Inteligente o la importancia del azar y la necesidad en la evolución humana.
Por su fácil comprensión, no dudamos que un amplio sector de lectores agradecerá esta guía comentada sobre nuestro pasado evolutivo.
Comentarios
La teoría científica de la evolución de los vivientes ha sido objeto de manipulaciones ideológicas para intentar justificar las tesis materialistas que sostienen que Dios no existe y que el hombre no es sino un animal más fruto de la evolución biológica. Esto provocó una reacción contraria en el fundamentalismo protestante americano, que negaba el valor de dicha teoría y postulaba un “creacionismo” entendido como una interpretación literal de los contenidos de la Biblia. Pero un error no se combate con otro error, sino analizando con rigor lógico y con honradez intelectual todos los aspectos contenidos en un problema.
Esto último es lo que hacen los autores de este interesante libro en el que abordan estas cuestiones desde una perspectiva interdisciplinar que abarca los ámbitos de la ciencia, la filosofía y la religión. Artigas y Turbón analizan con un lenguaje muy claro y un estricto rigor intelectual los aspectos científicos implicados en el origen del hombre y en la evolución de los vivientes. Defienden la compatibilidad entre la teoría de la evolución biológica del hombre y la existencia de un Dios que crea siguiendo un plan racional. Esto permite que pueda afirmarse que hay una finalidad en la naturaleza, aunque la ciencia no la pueda captar con sus métodos, y que, sin embargo, se refleja en la compleja organización de la realidad material. Pero, como muy bien señalan los autores, esto no significa que tengan razón los partidarios de la teoría del Diseño Inteligente.
Frente a la radical intransigencia del fundamentalismo del llamado creacionismo científico estadounidense, la Iglesia católica considera que la teoría de la evolución en sus aspectos puramente científicos (y, por lo tanto, al margen de manipulaciones ideológicas tendenciosas pero acientíficas, que son analizadas en el último capítulo) es compatible con la noción metafísica de creación y, por consiguiente con la afirmación de un ser absoluto que trasciende a la naturaleza pero que es su causa última.
Un libro en el que la filosofía y la religión tienen presentes los conocimientos que la ciencia aporta sobre el origen del hombre integrándolos en una reflexión más profunda que abarca todas las dimensiones de la persona humana.