La niebla envuelve y aísla la Estación Victoria de Londres. El servicio de trenes está suspendido hasta nuevo aviso y ocho amigos se ven obligados a instalarse en el hotel de la terminal.
Con motivo del retraso de la salida para un viaje de turismo, el autor narra la espera de un grupo heterogéneo de personas, todas ellas pudientes, en un hotel de una estación londinense.
La obra, a mi parecer, carece de valor alguno: literariamente mediocre; los diálogos intranscendentes e insulsos se hacen tediosos; los temas frívolos y sin fondo alguno. La trama del relato se podría comparar a lo que sucede en un gallinero cuando el gallito predominante se dispone a dar un repaso a las gallinas.
En definitiva, la obra se hace tediosa y carece de interés alguno, tanto por el argumento, como por su expresión literaria y la caracterización de los personajes.
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Con motivo del retraso de la salida para un viaje de turismo, el autor narra la espera de un grupo heterogéneo de personas, todas ellas pudientes, en un hotel de una estación londinense.
La obra, a mi parecer, carece de valor alguno: literariamente mediocre; los diálogos intranscendentes e insulsos se hacen tediosos; los temas frívolos y sin fondo alguno. La trama del relato se podría comparar a lo que sucede en un gallinero cuando el gallito predominante se dispone a dar un repaso a las gallinas.
En definitiva, la obra se hace tediosa y carece de interés alguno, tanto por el argumento, como por su expresión literaria y la caracterización de los personajes.