El libro del otoño

Es uno de los libros pertenecientes a una colección de cuatro, con diferentes aventuras de estos personajes. Está escrito con frases muy cortas y bien elaboradas  con un lenguaje muy asequible para el niño. Hay predominio de los diálogos igualmente cortos lo que le da un dinamismo a la acción. Al ser un libro de primeros lectores tiene muy poco texto predominando las ilustraciones magníficas con coloridos muy vivos y llamativos para el niño. Es un libro de aventuras por lo que el pequeño lector se siente atraído inmediatamente por los personajes,  por la expresividad de las imágenes y por la riqueza de los diálogos.El mensaje del libro es muy claro; los seres no son mejores por su tamaño sino por su capacidad de pensar y de solucionar las situaciones. Se marca muy claramente la heroína, pequeña de tamaño pero eficaz,  sin miedo al trabajo que le pueda suponer las decisiones que tome. Monstruo, es la contraposición de Rana tanto en tamaño como en capacidad.Es un gran libro para trabajar la expresión oral a través de las imágenes y para despertar la capacidad de fantasía del niño.

(De toñi hueso): No existe texto, es la secuencia de imágenes la que obliga a redactar una historia conforme a las observaciones del lector–contemplador. Los dibujos son figurativos y atienden a muchos detalles, como exige un trabajo de esta índole.
Es un trabajo hecho a lápiz reforzado con una línea regular, negra, que redibuja encima del color. Las páginas están coloreadas sin respetar la perspectiva ni las diferentes pantallas, de ahí que los primeros planos y los últimos tengan la misma intensidad y gama de color y los mismos detalles; quizá el tipo de texto lo requiere así. El exceso de detalles lleva al lector a atender a las minuciosidades sin reparar, previamente, en la imagen global que conforman las dos páginas de cada episodio.
Existen varias historias paralelas dentro de la trama global que el autor explica en la contraportada y que las imágenes reproducen con claridad y habilidad para conducir al lector al ejercicio de la redacción oral o mental, sin que dicha actividad se pueda eludir.
Las páginas gruesas, rígidas y plastificadas invitan al lector a tocar el libro e incluso a ir trazando con los dedos un recorrido sobre las páginas según va redactando el argumento y descubriendo nuevos elementos.