El precio de la dicha

Podemos decir sin temor a equivocarnos que pocas veces puede leerse buena literatura en tan pocas páginas. Este libro nos adentra en la vida de los dos personajes principales, un matrimonio, con una prosa rica en vocabulario con pormenorizadas descripciones de lugares y sentimientos de cada uno de los personajes. La honradez, el espíritu de trabajo o la codicia son algunos de los rasgos que aparecen en cada uno de ellos El autor cuenta los entresijos de situaciones de la vida ordinaria que se enredan a medida que avanza la trama del libro. El lector llega a familiarizarse con los personajes que viven situaciones de la vida ordinaria cargadas de matices que conforman el mundo de cada uno de ellos.
Escrito en tercera persona, el lector puede sentir una cierta distancia con los personajes al principio de la novela porque el autor emplea con mucha frecuencia verbos pronominales. Es muy frecuente leer el comienzo de un párrafo con un verbo pronominal. Es aquí donde se deduce que, a pesar de su reciente publicación, no se trata de una novela actual ya que su autor nació a pricipios del siglo pasado y murió joven.
Quizá se puede objetar que el desenlace se precipita de una forma vertiginosa y se resuelve en pocas páginas. Hay bastantes personajes que hacen su aparición prácticamente al final de la novela.
Por otra parte hay algunos errores tipográficos como puntos en medio de alguna frase donde no son necesarios, alguna tilde o algún artículo sin poner.
En resumen, una buena novela, con personajes bien definidos y situaciones muy bien narradas.