Los cuentos que componen este volumen tienen como referencia cronológica los años cuarenta o cincuenta en Canadá. Los cuatro últimos llevan por título “Finale” y son de carácter autobiográfico, aunque la autora señala que no lo son estrictamente, sino de sentimiento.
Las protagonistas de casi todos estos cuentos son mujeres que llevan una vida más o menos doméstica, y que les sorprende algo en su vida y se les cruza otro hombre que les cambia. En los cuentos hay más de los que se expresa: el dolor, el plegarse a las circunstancias, el amor y el sexo que surgen como un destino inevitable.
Munro relata sin advertirnos ni prepararnos sobre lo que va a ocurrir. Simplemente va contando lo que sucede, que es poco, pero cambia la vida. Con escasas palabras muestra asuntos hondos sin dramatismo ni casi emoción. Los relatos tienen constantes sorpresas para el lector: sus personajes nunca son previsibles, de repente proponen matrimonio y luego se arrepienten.Su vida es rural y tranquila y lo que ocurre sucede en el interior de las personas. El hogar, el terruño, configuran una identidad personal que no siempre es fuerte. Munro tiene un estilo intenso que muestra más por lo que deja de decir que por las palabras que usa.