Volver a la fe

Acabado el Año de la fe este nuevo libro ofrece apoyos a quienes se han perdido en el camino de la fe para volver de nuevo a ella, reconociendo ahora sus implicaciones y consecuencias vitales. La mayoría de las veces hay fe deformada o dormida y bastaría leer con un corazón abierto para volver a los caminos de Dios trazados por Jesucristo en su Iglesia; lo cual implica -según Ortiz- aceptar la ayuda de alguien de la familia, de un colega, o de un sacerdote para recomenzar a vivir con fe.

Por eso empieza reuniendo unos contenidos básicos de la fe que abren el panorama de una vida con sentido y que llama “Horizontes de fe”, para abordar en una segunda parte la fe como acto vivido personalmente, los “Horizontes de vida” pues se implican mutuamente. Afirma que la fe no tiene recetas mágicas para nuestros problemas pero sabe abrirnos a horizontes de plenitud que encaminan a la felicidad que todos necesitamos. Está “pegado al terreno” pues tiene el punto de mira en quienes intentan salir de los desiertos de una fe enferma o descuidada, no sólo en el conocimiento sino en las motivaciones prácticas para volver a ella.
Volver a la fe puede entenderse como regresar al punto
de partida si uno ha abandonado la fe concreta que emana del Evangelio de Jesucristo y enseña la Iglesia, a fin de anudar el hilo interrumpido de la historia personal de encuentros con Dios. Y también puede entenderse como la actitud de volver continuamente a la brújula de nuestra vida para agradecer el don recibido y participar más activamente en la nueva evangelización. Leer artículo >>