¿Qué hacer con la muerte del periodismo?

"Dar la noticia". Esa es la respuesta de Arcadi

Espada a la pregunta  que encabeza la

crónica de este libro. Si estuviéramos hablando de un libro más sobre el estilo

periodístico no tendría sentido comentarlo en "Cuenta y Razón". Pero estamos

hablando de un libro que Arcadi Espada escribe día a

día al leer los diarios con espíritu crítico y práctico. Espada presenta, con

ejemplos muy actuales, el mundo de la comunicación periodística, sus géneros y subgéneros:

desde el titular a la necrológica; desde la coda a la entradilla.

 

En su libro Diarios

(2002) de Espasa, llevó a cabo -al compás de la lectura diaria de los

periódicos- una reflexión sobre el periodismo. Le inquieta que
style='mso-spacerun:yes'> 
la labor periodística enmascare la auténtica

realidad y acabe generando una especie de nueva ficción .

"en cuanto al periodismo, grábese en letras de molde,

suya es la infección, no la ficción" (…) "Por lo demás entre periodistas y literatos

hay una diferencia muy importante: los hechos con los que, obligatoriamente,

también trabajan los abogados e historiadores y que, en cambio, no obligan a

ningún literato (…). (…) creo que el párrafo de Hobsbawn

es idóneo, sobre todo, para la meditación literaria. Porque
style='mso-spacerun:yes'>  "sin

distinción entre lo que es y lo que no es" tampoco puede haber literatura".

 


style='font-family:"Times New Roman","serif";color:windowtext'>Periodismo

práctico
recoge los asuntos habituales de un periódico: política,

economía, cultura, sociedad, estilo, "people",

obituarios, etc. Cada apartado aborda, a la manera de los libros de estilo, interrogantes

como "¿qué hacer con la guerra civil?" "¿qué hacer con el fútbol?" y, por

supuesto,  respuestas como la que da para

"¿qué hacer con España?" : "Una de las causas del

silencio de papel cuando el actor Pepe Rubianes se lo hizo sobre España en la

televisión catalana afectaba a la sensibilidad. Había que escribir esto: "Que

se vayan a tomar por culo estos españoles, ojalá les exploten los cojones y

vayan al cielo sus cojones, se vaya a la mierda la puta España". Estas

declaraciones  son difíciles aún de

titular. Es decir:

 

RUBIANES MANDA "A TOMAR POR CULO" A

ESPAÑA

RUBIANES MANDA "A LA MIERDA A LA

PUTA ESPAÑA"

RUBIANES DESEA A LOS ESPAÑOLES QUE

LES "EXPLOTEN LOS COJONES"

Y APUESTA PORQUE LUEGO "VAYAN AL

CIELO"

 

Todo esto es fácil de decir y difícil de escribir. Un

ejemplo: cuando el diario El País

tuvo que anunciar que Pujol había mandado a la mierda a los socialistas de dos

en dos tituló: "Pujol cree que hay una política de "acoso y derribo" contra la

Generalitat". Ante la ocasión Rubianes, los diarios podían haber optado por un

titular interpretativo y sincrético. Por ejemplo: "El cómico Rubianes insulta a

los españoles".O: "El cómico Rubianes insulta a

España". Demasiado grave. Demasiado enfático. Los problemas se acrecientan

cuando se piensa que los periódicos debían introducir, por fuerza, alguna

alusión al presentador y al público. "Rubianes insulta a los españoles en un

programa de televisión entre la complacencia del presentador y el alborozo del

público". Buf. ¿Quién mete eso en un titular?".

 

 

Las respuestas tienen la ironía y el humor que son

tradicionales en los libros y artículos de Espada. El autor sabe perfectamente

lo que le sucede a un periodista, cuando tiene que adoptar una pose porque así

le obliga su periódico o porque teme ser tachado de políticamente incorrecto.

Al final se acaba diciendo tonterías u obviedades como "los silenciosos muertos

de Irak" o incluso se intenta reñir al muerto en una necrológica: "Hay que

definir con precisión quién es el muerto. Y no acercarse mucho la pluma al yo".

 

Espada en su libro intenta que el lector encuentre la verdad,

la realidad en medio de un inmenso teatro organizado por los medios de

comunicación para contarnos la "otra realidad" como decían los "superrealistas".

Que el lector, el ciudadano supere lo que la comunicación le impide conocer.

Espada realiza con mordacidad una profunda y, a veces, desasosegante reflexión

sobre el periodismo con el objeto de evitar que se convierta en un género más de
 ficción.

 

El libro se lee con rapidez y con una sonrisa que el autor

provoca una o dos veces por página. No es sólo para periodistas, es

esencialmente para lectores de diarios. Por ejemplo "¿qué hacer con una cifra?":

"Darla sin torna. Sobre unos detenidos que viajaban en pateras, el titular

decía: "7.300 detenidos en pateras en lo que va de año, un 9,4% menos que en

2003". Mientras que el primer párrafo precisaba: "Un total de 7.295

inmigrantes", donde un total pretende justificar el redondeo superior y donde

inmigrantes es un patético optimismo semántico".

 

 

Javier Gutiérrez Palacio

Doctor en Filología

Crítico literario

periodismoliterario.org

 

 

Arcadi
style='mso-bidi-font-weight:bold'> Espada (2008) "Periodismo Práctico", Espasa

Calpe, 2008