Reconciliarse con el planeta

¿Cuáles son las causas y las posibles soluciones para la actual crisis ambiental que afecta a la salud, la seguridad alimentaria y la paz?
¿Por qué la sostenibilidad nos afecta a todos y no es una bandera política?
¿Por qué la situación de degradación medioambiental es un imperativo ético para vivir de un modo diferente?
¿Cómo establecer sinergias entre la economía y la ecología?
¿Tiene sentido hablar de una alianza entre el ser humano y el medio ambiente?

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2015 Eunsa
168
978-84-313-3030
Valoración CDL
3
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Imagen de Rosa Mateo

El libro, en palabras de su autora, quiere invitar a la reflexión, al posicionamiento personal, libre –si es posible- de prejuicios y al compromiso ético. En la introducción plantea la polémica sobre la terminología que se utiliza (falta de claridad), la autora opta por definir términos según informes de expertos y leyes. Describe la evolución de los posicionamientos ante la sostenibilidad: de los prejuicios a su asunción.

Tres partes en torno a tres interrogantes: qué está pasando, cuáles son las causas y que es lo que se puede hacer, este último capítulo lo titula en primera persona del singular. En la primera parte diagnostica la situación del planeta Tierra. Para ello utiliza, fundamentalmente, los informes de Naciones Unidas, y señala tímidamente sus deficiencias. Los datos que aporta son interesantes, aunque se echa en falta que los contraste o matice con otros; y que los sitúe en el espacio. No señala los avances realizados en la conservación del medioambiente.

En la segunda parte analiza las causas de la destrucción del medioambiente en el plano de las ideas, y aborda el  debate actual en ese mismo plano. La extensión del libro limita que se profundice en muchos de los argumentos de las distintas cosmovisiones que va desgranando. Sin embargo, sintetiza bien –quizá demasiado- las tres posturas que centran el debate.

En la tercera última parte quiere apuntar soluciones. En el capítulo cuatro, señala los intentos de solución a la crisis ambiental desde distintos ámbitos: organismos internacionales, religiones, científicos. Algunas críticas a los organismos internacionales son tibias. No contempla las aportaciones que disciplinas como la Geografía están haciendo en ese diálogo hombre y espacio. En el último capítulo, enfoca las soluciones interpelando a cada persona, y señala algunas actitudes que forman parte de un estilo más sostenible de vida.

En general, el tono es más divulgativo que científico. Puede ser interesante para alumnos que cursen bachillerato.