Un día de otoño de 1686, una joven de dieciocho años llama a la puerta de una casa señorial en el barrio más acomodado de Ámsterdam. Nella Oortman se ha trasladado del campo a la ciudad para convivir con su marido, Johannes Brandt, un hombre maduro y distinguido comerciante que habita en la mansión en compañía de su hermana soltera y rodeado de fieles servidores. Como regalo de boda, Johannes obsequia a su flamante esposa un objeto muy de moda entre la gente pudiente de la época: una réplica de su propia casa en miniatura, que Nella deberá poblar con las figuras creadas por una desconocida miniaturista que ha encontrado por azar. Sin embargo, poco a poco, el amable pasatiempo se irá transformando en la clave de una serie de inquietantes revelaciones que conducirán a Nella a desenmascarar los secretos más oscuros de los actuales moradores de la casa —incluido su marido—, arrojando luz sobre los peligros que amenazan la supervivencia de su nueva familia.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2015 | Salamandra |
448 |
978-84-9838-674 |
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Me ha defraudado. Atraído por
Me ha defraudado. Atraído por la buena publicidad inicié su lectura, pero poco a poco se fue diluyendo. Los misterios son interesantes, pero deja mal sabor de boca que gran parte de la trama sea alrededor de un personaje homosexual y lo que eso supone. Aunque no entre en descripciones, hay momentos molestos. La trama, envuelta en un clima de intriga, refleja el ambiente de secretos y silencios que reina en la mansión del comerciante. Cuando su mujer llega a instalarse en el nuevo hogar, el marido, ausente, no la recibe como era de esperar. Más tarde, a su regreso, apenas le dirige la palabra y no parece dispuesto a iniciar la vida conyugal. Tanto la cuñada como el servicio se muestran parcos en palabras aunque, poco a poco, Nella, dotada de un carácter fuerte y resolutivo, consigue que una sirvienta le proporcione algún indicio no muy claro, que con paciencia, logra ampliar. La misteriosa mujer que elabora las miniaturas de la casa de muñecas con detalles que adelantan el futuro de los personajes representados, pone una nota de magia en la acción, que produce un efecto muy sugestivo en el lector. Escrita con estilo sencillo, logra crear una atmósfera ambiental muy envolvente.
Ambientada en Ámsterdam a
Ambientada en Ámsterdam a finales del siglo XVII, narra los primeros meses del matrimonio entre Nella Oortman (dieciocho años, de origen noble venido a menos) con Johannes Brandt, de treinta y nueve años, un comerciante rico y famoso: matrimonio desigual tanto por la edad de los contrayentes, como por la situación económica y social de cada uno de ellos (pobreza –riqueza, campo-ciudad). Todo ello aparece recubierto por un halo de misterio que se preludia en la cita que encabeza la primera parte de la novela: “No codicies sus manjares delicados, porque es pan engañoso” (Proverbios 23,3). En definitiva, un comienzo atractivo y lleno de intriga que se mantiene hasta bien avanzado el relato.
Pero, al final de la primera parte, la trama se va a complicar: la acción, que transcurre en apenas cuatro meses (va de octubre de 1686 a enero de 1687), va descubriendo los secretos que envuelven la casa y la familia que la habita. Y es en este punto donde comienzan a desencadenarse y acumularse las sorpresas, porque los personajes no son lo que aparentan y el argumento se satura de despropósitos: ¿es posible que puedan ocurrir tantos sucesos morbosos en tan poco tiempo y que todos los personajes oculten un secreto, cada vez más inexplicable? Por ejemplo, la tendencia sexual del protagonista, las extrañas relaciones dentro del matrimonio, las intimidades entre criados y señores; es decir, la novela de intriga se acaba pareciendo a una “telenovela” y pierde verosimilitud y credibilidad. Incluso el misterio de la casa de las miniaturas, que es una réplica inquietante e insólita de la verdadera casa, se resuelve de forma decepcionante.
Aunque la novela ha obtenido un enorme éxito comercial en el Reino Unido (un nuevo best seller) y ha sido galardonada con el National Book Award, su lectura no llega a cubrir las expectativas que el lector podría esperar. Bajo el lema propuesto desde el primer capítulo “Las cosas pueden cambiar”, terminamos el relato sin saber cuáles son los cambios reales que propone la autora: quizá la permisividad en las relaciones sexuales, la disolución de las clases sociales o simplemente la ausencia de moral.