Historia del conocimiento humano sobre el Cosmos, desde la antiguedad hasta los años sesenta del siglo pasado. Comienza por el conocimiento sobre la Tierra (capítulos 1 y7), el sistema solar y el Sol (capítulos 2 y 8), las estrellas (capítulos 3, 9 y siguientes), la Galaxia o Vía Lácta (capítulos 4 y 5), otras galaxias (capítulos 6, 12 y 13); el Universo observable (capítulo 14), Origen y límites del Universo (capítulos 15 y 19); otras cuestiones (capítulos 16, 17 y 18).
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
1971 | Alianza Editorial (bolsillo) |
423 |
84-206-1458-0 |
Subtítulo en inglés: De la tierra plana a los quasar Edición española de 2012 |
Comentarios
Una introducción a la
Una introducción a la Astronomía y Física del Universo. Asimov la publicó en 1966 y revisó en 1971; dada la rapidez con que se han sucedido los avances técnicos y científicos, sólo se puede considerar una introducción; no contempla, por ejemplo, los agujeros negros o los descubrimientos del telescopio espacial Hubble, que entró en servicio en 1990. Se lee con facilidad, aunque probablemente ayuden algunos conocimientos de Física. Hasta Einstein, los descubrimientos -comenzando porque la tierra no es plana- se entienden bien; a partir de este científico y su concepción de un Universo "reinemaniano" -curvado sobre sí mismo- resultan más difíciles de comprender. Se afirma que Asimov era ateo, no obstante no pretende avanzar conclusiones sobre el origen o los límites del Universo; se limita a exponer las posibilidades: un Universo inmobil y por lo tanto eterno, un Universo en expansión y por lo tanto finito, o un Universo que se expande y se contrae alternativamente. Algo que merece ser subrayado después de la lectura de este libro es que las magitudes espacio-temporales del Universo son tan grandes que se pueden manejar sólo como cifras, pero no guardan correlación con nada que podamos imaginar. Por otra parte estas cifras están sujetas a revisión porque ya lo han sido en distintas ocasiones. También resulta interesante saber que el 99% del Cosmos está compuesto de Hidrógeno. Nos movemos en un planeta en el que el Hidrógeno es un elemento más y no el más abundante, y resulta llamativo enterarnos de que el Cosmos está compuesto en su mayor parte de átomos de Hidrógeno y que la Tierra pertenece al 1% restante. Después de leer esta obra el lector dificilmente quedará indiferente a las cuestiones sobre Astronomía y Física del Universo.