Un hombre misterioso se aloja en una posada rural. Dice ser investigador y exige no ser molestado, pero por su carácter colérico pronto llama la atención y el pueblo descubrirá que se trata, ni más menos, que del hombre invisible.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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1981 | Editorial Bruguera,S.A. |
253 |
84-02-07928-8 |
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Infantil y juvenil. Destaca
Destaca la originalidad del personaje, que el autor vincula con la investigación científica. Los personajes interactúan de forma poco convincente -es difícil interactuar con un hombre invisible-. Cuando Griffin, el hombre invisible, comienza a contar su historia el texto mejora y en algún punto nos recuerda a Chesterton, que también gusta de situar algunas de sus novelas en el medio rural. El autor dibuja a su personaje como un investigador, carente de sentimientos y escrúpulos morales, que busca establecer un reinado del terror gracias a su invisibilidad. No está claro si se trata de una crítica al desarrollo de la Ciencia o al Gran Hermano que todo lo ve y querría controlarlo todo. Si bien la historia del Hombre Invisible resulta frustrante, el final es muy satisfactorio, casi chestertoniano.