La señora Harris, una viuda de cierta edad que se dedica a limpiar casas de la clase alta londinense, descubre un buen día, en el armario de una de sus más ricas clientes, un par de vestidos de Dior que la dejan cautivada. Contra todo pronóstico, decide que ella quiere −necesita− uno de esos vestidos, aunque nunca vaya a tener ocasión de llevarlo.