Cuando se dispone a entrar al portal de su casa Laure es sorprendida por un ladrón que le arrebata el bolso después de haberle dado un fuerte golpe en la cabeza por el forcejeo. Desprovista de documentación, teléfono móvil y dinero, y confiando en la benevolencia de los empleados del hotel situado frente al edificio, se dispone a pasar allí la noche.