Egeria es una dama cristiana del siglo IV, viajera y escritora romana, parece que originaria de la provincia de Hispania y probablemente emparentada con el emperador Teodosio el Grande. De ascendencia noble, gozaba de una posición económica acomodada y de una cultura notable. Sus escritos revelan una profunda religiosidad y gozan también de un valor inestimable por su antigüedad, su frescura y su contribución a la arqueología.
En el año 378 inicia una peregrinación a los Santos Lugares, y anota en sus escritos tanto las peripecias del viaje como la descripción de las ceremonias litúrgicas a las que asiste durante su expedición. Este volumen incluye solo la crónica viajera. Egeria sigue las huellas de Moisés, a dieciséis siglos de distancia de lo narrado en el libro del Éxodo. Recorre Egipto, Palestina y Mesopotamia, y también Asia Menor y Constantinopla. Sin pretensión literaria, ayuda al lector a conocer mejor la cuna de la cultura judeocristiana.
Comentarios
Sin duda sorprendente tener
Sin duda sorprendente tener ocasión de poder leer los apuntes de un viaje de hace tanto tiempo, siglo IV. No dejan de ser eso, unas notas de viaje, y por eso es impensable que la autora pudiera revisar lo que iba escribiendo. Esto hace que haya múltiples repeticiones y que el estilo no sea nada cuidado. Pero el valor es descubrir unos lugares tan poco conocidos por la narración de una mujer, quizá de Hispania, que viaja con el deseo de conocer los lugares santos. Al mismo tiempo sorprende al lector un poco experto que aquellos ermitaños supieran donde había estado la casa de Abraham, que había vivido veintiún siglos antes, por poner un ejemplo. Curiosamente no se habla de cristianos normales y corrientes, que parecen inexistentes, y sí en cambio de monjes, presbíteros y obispos por doquier, todos hombres muy santos. El libro es recomendable para todas aquellas personas con un poco conocimiento de la Sagrada Escritura.