Novela sobre las consecuencias psicológicas de un rechazo sufrido en la juventud.
Tsukuru Tazaki estudia ingeniería en Tokio cuando sus amigos de Nagoya le hacen saber que no quieren saber nada de él, que no llame cuando pase por la ciudad y que él ya sabe porqué. Tsukuru se siente morir por el rechazo de sus amigos del cual desconoce las causas.
Pasan los años y Tsakuru no se ha recuperado del desaire sufrido. Se ve a sí mismo como un hombre vacío, una personalidad sin color de la cual los demás se apartan.
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En sus novelas anteriores
En sus novelas anteriores Murakami ha usado y abusado de la imaginación. Sus obras son un laberinto imaginario sin un final que pueda recordarse. Pienso que, por primera vez en "Los años de peregrinación...", el autor se aviene a contarnos una historia con sentido y sin claves, la de Tsakuru Tazaki, el chico sin color. El argumento de la novela está en el sufrimiento psicológico de su protagonista.
El autor juega con el significado japonés de los apellidos de los personajes. En el grupo de amigos los chicos se apellidan Akamatsu y Oumi; Aka significa rojo y Ao es azul. Las chicas llevan los apellidos de Shirane y Kurono; Shiro significa blanco y Kuro negro. Únicamente el apellido de Tsukuru no incorpora un color, ya que su significado en japonés es creador. El chico sin color tampoco lo tiene en su apellido.
A raíz del rechazo de sus amigos Tsukuru ha perdido la confianza en sí mismo. Cree que no tiene nada que pueda aportar a los demás (pág.275). Se ve sin atractivo, que repele a los demás. "Quizá en mi interior haya algo torcido, fallido" -piensa- (pág.199). Durante un tiempo contempla la muerte como algo próximo pero no comunica sus pensamientos a nadie. Será una mujer de la que está enamorado la que le obligue a salir de esa espiral morbosa.
El argumento de fondo de las novelas de Murakami es la soledad. Tsukuru ha sido criado por su madre y sus hermanas. Recuerda que nunca había hablado de algo con su padre ni éste le había sonreido. Dedicado a sus negocios el padre nunca estaba en casa y el hijo especula con la posibilidad de que tuviera una amante. Antes de morir quiso decir unas palabras a Tsukuru, pero éste no llegó a entenderlas.
La lectura de esta novela puede ser de utilidad para esos jóvenes que se sienten solos o rechazados, y creen que son los únicos en el mundo a los que les pasa. Al final de la novela Kuro advierte al protagonista: "Todos tenemos cosas que nos preocupan. Cuando pretendemos arreglar una cosa detrás surgen otras, y a nadie le resulta fácil librarse de ellas. Tampoco a ti ni a mí" (pág.249); y añade: "No sabes lo que vales" (pág.275). Después le confiesa que de joven había estado enamorada de él.
Literariamente la novela me gusta. Es posible que sea la mejor de Murakami hasta la fecha. Por ejemplo, el autor compara el sonido de los tacones de una secretaria "como el ruido que hace un herrero por la mañana temprano" (pág.161). ¿Por qué por la mañana temprano y no por la tarde? No hay más remedio que pensar que esa invocación poética corresponde al recuerdo de algo que ha escuchado y registrado el autor precisamente a esa hora. Y podrían ponerse otros ejemplos.
Como en otras ocasiones Murakami introduce instituciones católicas en la novela. El grupo de amigos se había formado colaborando con un colegio católico en Nagoya. Igualmente se cita una Universidad del Sagrado Corazón en Tokio. Hay que pensar que Murakami haya conocido esos ambientes, lo cual es muy raro en Japón. Sin embargo lamentamos, una vez más, los pasajes eróticos de los que el autor hubiese podido prescindir. Hoy por hoy lo que se lleva es el mundo homosexual y el autor se refiere a él en dos ocasiones. Una pena.