Blanco de tigre

Novela juvenil de aventuras en la que se mezclan elementos reales con otros legendarios y fantásticos. Ambientada en un tiempo remoto en el Asia Oriental, la protagonista es Duna, una joven que quiere ser cazadora a pesar de pertenecer a una larga estirpe de pescadores. Cuando sus padres conciertan su matrimonio con el señor Ming, un rico hacendado de aquel territorio, ella decide huir a la selva y hacerse cazadora de tigres. La familia de Ming nunca perdonará esta humillación y sus deseos de venganza se hacen patentes de forma violenta a lo largo de toda la novela hasta el final.

Durante varios años, Duna sobrevive en solitario en un medio inhóspito enfrentándose a todo tipo de peligros y de animales, hasta que conoce a Eric, un viejo guerrero mongol. Este le cuenta su historia, una tragedia atroz en la que mueren por su culpa su hermano menor y la mujer de este, y también le narra la leyenda de los tigres blancos, los diablos blancos, unos seres diabólicos que pueden transformarse en hombres y tener descendencia propia. A partir de ese momento, el objetivo de Duna es encontrar la guarida del tigre blanco, a pesar de poner en juego su vida.

Aunque la obra está muy bien escrita, con una gran maestría en las descripciones y en la riqueza del vocabulario, los temas planteados así como la resolución de los mismos no parecen adecuados para todo tipo de lectores. En conjunto, toda la novela está impregnada de una excesiva violencia (a veces, gratuita) y de deseos de venganza despiadada por parte de casi todos los personajes, que llega hasta el mismo final. Por otra parte, casi todas las historias de amor presentadas son truculentas, triángulos amorosos con elementos perturbadores y con un final cruel, que no aporta ningún valor a la formación de los adolescentes.