Mira a tu alrededor: niños y niñas que consumen onlinecontenidos inapropiados para su edad, que se maquillan y sepromocionan en las redes sociales como modelosprofesionales, convirtiéndose en «productos de consumo»para otros; adolescentes que compiten por un puñado deseguidores, cuya autoestima queda reducida al número delikes que recibe una imagen o un vídeo sexy; jóvenes quepractican sexting o son víctimas de online grooming, quenormalizan el consumo de pornografía mientras creen estaraprendiendo sobre relaciones íntimas y sexualidad.¿Has hablado ya de estos temas con tus hijos e hijas?Cuanto antes empieces, mejor. Te sorprenderá todo lo quesaben. ¿Quieres protegerlos, pero no sabes cómo hacerlo?Respeta mi sexualidad te muestra la realidad en la que semueven las niñas y jóvenes de hoy. Te ofrece numerososejemplos que puedes usar para entablar «la conversación»con ellos. Te da confianza y seguridad para que sientas quelo estás haciendo bien. Te da respuestas a preguntasfundamentales que usarás como argumentos para hablarclaro de una vez por todas sobre pornografía, sexting ysexualidad saludable.Cuando lo leas, estarás preparado para afrontar «la granpregunta»: «¿Y si descubro que mi hijo o mi hija consumepornografía? ¿O que la produce? ¿Cómo lo hablo con ellos?¿Qué les digo? ¿Qué hago?».
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El subtítulo "Educar en un
El subtítulo "Educar en un mundo hipersexualizado" indica muy bien de qué estamos hablando, y muestra, ya desde el principio, la importancia de estas lecturas, sobre todo cuando somos padres, formadores, buenos amigos de nuestros amigos. Habla la autora de la esclavitud del siglo XXI y no es una exageración: lo que más daño hace a la juventud, casi desde la niñez, hasta muy tarde, es la sexualización de todo: de diversiones, de arte, de películas y de libros. Y luego nos encontramos con esa pobre gente, de todas las edades, que están horas delante de la pantalla, grande o pequeña, enganchado con todo tipo de porquerías. Es muy conveniente leer este libro, para poder ayudar a otras muchas personas.