Los padres de Paul han organizado un viaje a la costa mediterránea con su caravana. Su madre, policía, intenta aliviar su estrés y su padre, artista, quiere hacer fotografías para completar un proyecto que le obsesiona: documentar los monumentos funerarios de los arcenes de las carreteras en memoria de los fallecidos en accidentes de tráfico.
Durante el viaje, la foto de un joven fallecido en un accidente impresiona a Paul por tener casi su misma edad. El encuentro inesperado con la novia y los amigos de la víctima abrirá un misterio que Paul decidirá resolver a toda costa.
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Novela juvenil de intriga
Novela juvenil de intriga sobre los accidentes de tráfico, el dolor y la pérdida. Ambientada en España en la época actual, el protagonista es Paul, un chico de catorce años, que va a pasar unos días de vacaciones con sus padres a un pueblo de la costa mediterránea. El padre de Paul es fotógrafo y, desde hace unos años, está preparando una exposición sobre pequeños monumentos funerarios: aquellos que se colocan en las cunetas de las carreteras donde ha ocurrido un accidente. Al llegar cerca del pueblo de vacaciones, junto a un precipicio, encuentran un pequeño monumento con un crucifijo, una foto de un chico joven y un ramo de flores frescas. Paul, que ha heredado el espíritu investigador de su madre, policía de un cuerpo de élite, decide indagar sobre las circunstancias del accidente ocurrido tres meses atrás. Y así descubre que, aunque el caso ha quedado archivado, los acontecimientos no quedaron claros: ¿fue un accidente o había ocurrido algo más?
El relato está narrado en primera persona por Paul, que le da credibilidad a la narración y consigue involucrar a los jóvenes lectores en su investigación. Son muchos los temas interesantes que se tratan en la obra como, por ejemplo, la relación entre padres e hijos, la convivencia familiar, la importancia del trabajo y de los estudios, el valor de la amistad y del amor; pero entre todos ellos destaca la prudencia y la responsabilidad al conducir en cualquier circunstancia. A este tema la obra dedica un capítulo completo para hablar de respetar los límites de velocidad, el peligro de accidente que crece con la lluvia y el mal tiempo, y la labor fundamental de la guardia civil y de la policía de tráfico para que se cumplan las normas y velar por la seguridad de todos. Porque, una vez que se ha producido el accidente, los resultados son irreversibles y solo queda dolor, tristeza, desolación y añoranza.
El autor de la novela es Alfredo Gómez Cerdá (Madrid, 1951), célebre y reconocido escritor español de amplia temática. Ha publicado más de 160 títulos, dirigidos a públicos de todas las edades, y ha recibido más de veinticinco premios literarios, entre los que destaca el Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 2009. Según el autor, esta novela, como la mayoría de sus obras, es producto de dos miradas: una, hacia adentro, que bucea por el interior de sí mismo y de sus personajes; la otra, hacia fuera, fruto de una observación constante y de un diálogo con la realidad que nos ha tocado vivir.