Dos hermanos, Kirsti y Angus viven con su madre y su abuelo Gruñón en un pueblo costero.
Una noche de 1930, las olas golpean la playa una y otra vez dejando en ella todo tipo de restos. Al día siguiente los pequeños van hasta allí y encuentran un gran huevo, tan grande, como una caja de galletas. A escondidas lo guardan en su casa, en la bañera del cuarto de baño.
Poco después, del huevo sale un enorme animal desconocido para los pequeños; su abuelo lo descubre; no le cabe duda, es un monstruo.