Esta obra es una reflexión, más ensayística que narrativa, sobre el tema del difícil aprendizaje de la enfermedad, centrada en un matrimonio cuya hija, ya adulta, está gravemente aquejada por una dolencia psiquiátrica. Está escrita con un lenguaje poético que pone de manifiesto la calidad estilística de su autor, caracterizado por la sobriedad depurada de sus formas expresivas. Tras la belleza de la palabra se aprecia un dolorido sentir, una cierta desolación existencial que en la última página entreabre una posibilidad a la esperanza.