Rodrigo Silva se ve obligado a asistir al ahorcamiento público de su padre por la pérdida de un galeón a manos de los piratas ingleses. Es una gran injusticia. Es falso. Y por ello jura vengarse. Pero el destino le tiene preparada una sorpresa. Tras formarse como cartógrafo en Sevilla, se convertirá en un maestro en el arte de navegar y trazar cartas náuticas, lo cual le llevará a formar parte de uno de los planes más ambiciosos de Felipe II: la conquista de China.