Representante del romanticismo francés, amigo de Mistral y del parnasianismo, que ya anticipa el naturalismo de Zola, testigo de excepción de los acontecimientos que jalonaron el fin y caída del Segundo Imperio, el sitio de París y la Comuna, Daudet retrata en sus Memorias de más de treinta años tanto la vida literaria y cultural, como la política y el periodismo más militante, así como la bohemia parisinas: los salones literarios, los estrenos en el Teatro Odèon, los vodeviles...