Inicio de las memorias del autor. Es «un librillo sentimental y quizás ingenuo», acerca de «lo que siempre se recuerda con confusa y alegre nostalgia», según sus propias palabras, pero con un regusto realista: «Mienten los que dicen "¡Dichosa edad! ¡Quién pudiera volver a los diez años!". No; los diez años no sirven más que para quienes los viven y en el instante preciso en que los viven».