Sigfrido, un niño imaginario, hijo de Adolf Hitler y de Eva Braun, resume en su corta vida y trágico fin todo el horror real de aquellos años. Muy bien escrita, esta novela intriga por la habilidad técnica con que se ha elaborado y, a pesar de su contenido metaliterario y filosófico, se lee con facilidad, por lo ágil del estilo, sencillo y cuidado