El narrador recuerda episodios de su infancia y adolescencia, en los años 60 y 70, al noroeste del Estado de Wyoming, donde la principal actividad económica era la cría de caballos. Sobre una clara base autobiográfica, el autor rinde homenaje a un territorio salvaje y un modo de vida a punto de desaparecer. El estilo matizado, de sobria elegancia, y la expresividad del texto, con pasajes duros y detalles de ternura, hacen de gran interés la lectura de esta obra.