Mercedes Salisachs parte del conocido episodio bíblico del buen ladrón, crucificado junto a Jesucristo, para abordar el dolor y la angustia maternos ante el sufrimiento de un hijo. Es la historia de Eva, de Dimas, de un profeta llamado Jesús, y en cierta medida la del pueblo judío y el Imperio Romano, pero, más allá de todo ello, es una novela sobre la condición humana, tema central en la obra de Mercedes Salisachs.