"Cuando apareció este libro, a mediados de los 90, la ideología de género se encontraba en Europa en estado de gestación. Ahora, sin embargo, la nueva tendencia ha irrumpido con fuerza en todos los ámbitos: social, cultural, intelectual y político, de manera que puede considerarse como la ideología dominante en nuestro tiempo. Para esa forma de pensar no existen lo masculino y lo femenino, sino diversidad de orientaciones afectivo-sexuales, y las diferencias entre el hombre y la mujer son meramente culturales y esencialmente opresoras, por lo que deben ser diluidas".