La noche del 7 de marzo de 1623, el Príncipe de Gales, Carlos Estuardo, y el Duque de Buckingham llaman a la puerta de la embajada británica en Madrid. Esa inesperada aparición da paso a uno de los episodios más extraños de la Historia, ya que el heredero al trono de los Estuardo pretendía casarse con la Infanta española María de Austria para unir la principal familia real protestante con la católica, y terminar así con las guerras de religión.