Fabio desde niño soñó con ver el mar. Durante muchos años se dedicó a navegar como grumete, marinero y capitán de barco. Ahora, ya cansado, vive en tierra firme y se dedica a cuidar su jardín, un jardín repleto de plantas originarias de todos los países recorridos en sus viajes. Pero... un día llegó al puerto un remolcador que traía un pesquero a la deriva con un tripulante moribundo. Y, con él, un mapa, un secreto y una aventura: la isla Nuncameolvides.