El Acontecimiento guadalupano está íntimamente unido al proceso histórico de la formación de la conciencia católica en el continente americano. Casi 500 años después de aquel 1531, fecha del «encuentro de la Virgen de Guadalupe y Juan Diego», el Acontecimiento Guadalupano continúa siendo un hecho eficaz hoy, en cada uno de sus elementos y de sus personajes, incluso con la fuerza y debilidades de los antiguos personajes.