El libro-álbum es un medio para contar una historia. Su carácter narrativo se expresa tanto en el texto literario como en la ilustración. La imagen también cuenta y la información que transmite enriquece lo escrito y aporta su propio sentido. Así, junto a la dimensión plástica de la ilustración, está presente una estructura narrativa que hilvana una página con otra, establece la dirección de la lectura, suaviza las elipsis y marca un ritmo. Por estas razones, ilustrar un libro-álbum es una tarea más cercana al montaje cinematográfico que a la pintura.