El rol que la mujer está llamada a cumplir en este mundo es de suma importancia, pero a veces, sumamente despreciado, sobre todo por su labor doméstica, ultimamente venida a menos y minusvalorada. La mujer está llamada especialmente a la entrega, sobre todo por su labor de madre. Aquí la autora presenta argumentos a favor de la correcta valoración de su misión y propone modos de afrontar los problemas cotidianos de la vida, incluso dentro del matrimonio.