El intenso ritmo de vida que llevan Claire y su madre las obliga a comunicarse por medio de breves notas que dejan en la puerta de la nevera. Desde los problemas cotidianos y amores inciertos de Claire, propios de una chica de quince años, hasta los avatares del apasionante trabajo de la madre, esos mensajes pegados con imanes son el reflejo de dos vidas que podrían ser las de cualquiera. Sin embargo, cuando la realidad muestra su cara más sombría, la brevedad de estos intercambios cobra una nueva dimensión, desatando las emociones que suscita la fragilidad de la existencia.