Con esta obra los autores culminan un proyecto de renovación de la moral basado en las sugerencia de Juan Pablo II en Veritatis Splendor y que ya había dado fruto en: La plenitud del obrar cristiano (2005) y Una luz para el obrar (2006). Este texto tiene como punto de partida la experiencia del amor el horizonte inmenso de la moral entendido como una llamada a la plenitud.