Escrita en 1946 y traducida ahora por vez primera en España por Montserrat Gurguí y Hernán Sabaté. Los herejes son dos novelas en una, un sorprendente ejercicio literario sobre la intransigencia de los fanatismos que trasciende los límites del género tanto en la forma como en el fondo:
"Aquella tarde del 17 de julio de 1936 en un café de Málaga, el coronel Córdova no pudo evitar echar un vistazo a los tres jóvenes antropólogos ingleses que, sentados en un rincón del local, charlaban animadamente".